Los ratones provistos de esfera, están arrastrando permanentemente partículas de polvo y mugre hacia el interior de la carcasa, las cuales se adhieren a los pequeños rodillos encargados de controlar el movimiento de la esfera.
La suciedad impide el movimiento normal de la esfera, ocasionando el descontrol del apuntador sobre la pantalla. Estas partículas adheridas son fáciles de remover; basta con destapar la carcasa y retirar con alguna pala fina, los materiales no deseados, procurando no rayar ni crear hendiduras en los rodillos.
El cable del mouse sufre lesiones permanentes en el sitio orientado a la carcasa; este problema puede ser solucionando mediante soldaduras exactas y especializadas, siempre y cuando no sean fracturas internas dentro de los hilos del cable, que obligarían a efectuar su reemplazo total.
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